DESPEDIDA DE NUESTRO PÁRROCO DON HERVÉ GARCÍA PLAZA
(Agosto 2021)
La Parroquia de Navalperal de Pinares, (Ávila) despidió en la Eucaristía de este sábado 28 de agosto a su párroco don Hervé Plaza, que llevaba con nosotros cuatro años.
En su despedida nos recordó y agradeció los buenos momentos que ha vivido en nuestra parroquia.
Fueron cuatro las palabras que don Hervé resaltó con mayúsculas: GRACIAS, PERDÓN, PETICIÓN Y MEMORIA.
GRACIAS, por nuestra cercanía, entrega, por el cariño y amor que le hemos dado.
PERDÓN, por no haber dedicado más tiempo a los mayores y enfermos, debido a la falta de tiempo trabajo ya que ejercía en los colegios diocesanos de Ávila.
PETICIÓN, para seguir perseverando en la fe y en la caridad.
MEMORIA, recuerdo por las personas de nuestra parroquia que nos han dejado y han partido con el SEÑOR. Por los enfermos que asistían a la Eucaristía y ahora se sienten impedidos.
Su estancia aquí ha sido más corta de lo anunciado, pero su labor pastoral perdura en el tiempo, nos ha ayudado a crecer como personas y como católicos, sus homilías nos han calado en nuestros corazones.
Hizo suya la parroquia, nos hizo suyos a quienes estamos y estuvieron, y no cabe la menor duda, que las parroquias de la Cañada y Tornadizos de Ávila tienen el mismo sentir que nosotros.
Nuestro anterior sacerdote don Antonio Jiménez, repetía con asiduidad la frase: “lo más importante que Dios desea, es que seamos santos”, pues usted ha dado testimonio de esa santidad.
Hemos tenido la dicha de ser sus fieles y participar de su ministerio sacerdotal.
Ha demostrado su preocupación por cuidar de sus fieles. Hemos visto en usted y gozado de la presencia de Cristo, por todo esto hemos querido honrarle en este día.
Te agradecemos SEÑOR, que don Hervé nos haya acompañado en nuestro caminar espiritual, por su escucha, su silencio, su respeto, sus palabras de consejo, de ánimo y de consuelo.
Le agradecemos su humildad, bondad, cercanía, sencillez y su fe, ha estado a nuestro lado para guiarnos y acompañarnos.
Le deseamos lo mejor en su nuevo destino.
Que el Santísimo Cristo de la Indulgencia y la Santísima Virgen,
le acompañen siempre, le protejan y le bendigan.
Una vez más tenemos que acoger con el corazón abierto a quién viene a
sustituirle, nos lo ha recordado don Hervé, que es lo justo, tenemos que
tener en cuenta, y muy especialmente desde este momento, que debemos
ofrecer toda nuestra ayuda a partir de la próxima semana a quien, seguro
que lleno de ilusión y de proyectos viene a relevarle, todo en nombre de
JESÚS, nuestro DIOS.
En cada nuevo sacerdote se enciende la
esperanza de quien nos dijo, tras la Pascua: “No tengáis miedo...
Yo estoy con vosotros...”
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