PEREGRINACIÓN A TIERRA SANTA (abril-mayo 2013)
Grupo de peregrinos, al fondo la ciudad de Jerusalem
Del 26 de abril al 5 de mayo de 2013, tuvo lugar la peregrinación a
Tierra Santa, organizada y dirigida por nuestro sacerdote don José
Antonio, quién nos guió por los sitios más emblemáticos. A
la peregrinación asistieron un grupo de personas de las parroquias de Navalperal, Tornadizos, Ávila, Madrid y Barcelona.
La peregrinación fue completísima; el conocernos y la convivencia fue
maravillosa; nos ha dado la oportunidad de seguir manteniendo la
amistad; en definitiva ha sido un regalo y una bendición de Dios.
El Santísimo Cristo de la Indulgencia, en este año 2013, nos ha dado la oportunidad de visitar, sentir y caminar por los lugares donde ÉL nació, vivió, murió y resucitó. Gracias a su festividad, se nos brinda la ocasión de contar nuestra peregrinación en el libro de las fiestas del Santísimo Cristo, que edita el Ayuntamiento de Navalperal. También fue publicada en la Hoja Diocesana del mes de julio de 2013.
Unidos por un interés común, arraigado en una misma fe, quisimos mantener vivo el fruto espiritual de la peregrinación y reforzamos la amistad entre los peregrinos, y con los de otras parroquias que se unieron a nosotros.
Cada mañana; comenzábamos con un momento de oración y un canto bíblico que nos ayudaba a dar mayor sentido a la jornada. A continuación, emprendíamos el camino hacia los distintos lugares, todos ellos llenos de sentido religioso y profunda emoción para nosotros.
Nuestra primera visita al llegar a esta Tierra Santa fue a la iglesia de Stella Maris (Estrella del Mar), en Haifa, primero y principal santuario de la Santísima Virgen del Carmen en el mundo, cuyo origen tiene lugar en el Monte Carmelo, del que lleva su nombre y pertenece a los carmelitas.
Mosaico en la entrada de la
iglesia de Stella Maris (Haifa)
Delante de la iglesia de Stella Maris (Haifa)
El monasterio fue devastado. Algunos carmelitas fueron asesinados y el
resto decidieron abandonar Tierra Santa, pero uno de ellos, San Simón Stok, ya en Inglaterra, tiene la visión de la
Virgen y fue quien dio
origen a la devoción del Escapulario.
Esta iglesia está construida por encima de una gruta que sirvió, según la tradición, como refugio del profeta Elías. Junto al monasterio de Stella Maris, se encuentra el monumento a los soldados de Napoleón que murieron en 1798, sirvió de hospital para heridos y enfermos de peste.
Altar Mayor dedicado a la Virgen del Carmen
La iglesia tiene forma de cruz griega. En el altar principal, se
encuentra una talla de cedro policromado que representa a la Virgen del
Carmen, en su mano derecha tiene un escapulario. Sobre las columnas de
apoyo a la cúpula, en cuatro placas de mármol, aparecen:
• Los símbolos del “Castillo Interior” de Santa Teresa
• La “subida al Monte Carmelo” de San Juan de la Cruz
• La “rosa de Galilea” de la Beata Miriam, carmelita de Belén
• Y una estrella davídica que representa a Santa Teresa Benedicta de la
Cruz.
A la Santísima Virgen del Carmen, le hemos cantado la salve, expresando nuestros mayores deseos de los hijos que agradecen a la Madre el don de la vida. Al salir de la basílica contemplamos las insuperables vistas de los jardines y la bahía de Haifa.
Jardines del Monte Carmelo, al fondo la iglesia de Stella Maris y la bahía de Haifa
Entrando a la basílica de la Anunciación en Nazaret
Junto a la fachada principal de la iglesia de la Anunciación en Nazaret
Se puede deducir que en Nazaret hay dos focos de veneración muy significativos por ser el ámbito donde vivió Jesús en forma sencilla y anónima hasta sus 30 años.
• La casa de María, lugar donde se produce la Anunciación
• La casa de José, donde vivió la Sagrada Familia
Interior de la basílica de la Anunciación
Aquí el Ángel Gabriel anunció a María que ella, que “no conoció varón”,
sería Madre de Jesús. La basílica de la Anunciación es posiblemente la
más espectacular de Tierra Santa. Se encuentra construida sobre las
ruinas de iglesias anteriores, las cuales ya demarcan el lugar de la casa
de María.
La iglesia consta de dos partes: la inferior es dedicada a la Anunciación y la parte superior es la iglesia parroquial de Nazaret.
La Casa de José o Casa de la Sagrada Familia está ubicada a unos 100 metros al norte de la basílica. Aquí vivió Jesús con su familia, creciendo en madurez y en sabiduría.
La casa donde vivió la Sagrada Familia
Pasamos por la iglesia de San Gabriel, conocida como “Fuente de la
Virgen”. Es una iglesia que pertenece a los greco-ortodoxos. Fue
construida en el siglo XVIII. Esta iglesia se encuentra sobre la antigua
fuente que era el único surtidor de agua para la pequeña ciudad de Nazaret. En su interior, se encuentra un pozo.
Según la tradición la
Virgen iba a coger agua a este lugar.
Nazaret, al fondo el Monte Tabor
Grupo de peregrinos en Nazaret
Atravesamos la región y llegamos a Caná de Galilea, situada en las proximidades de Nazaret a unos 8 kilómetros. Tres referencias bíblicas tienen lugar:
• Jesús cura al hijo de un funcionario real (Jn 4,46)
• Lugar donde nació el apóstol Bartolomé (Jn 21,2)
• Jesús realiza su primer milagro, a petición de su madre. A través de
este signo Dios se manifestó en Jesús (Jn 2,11)
En la iglesia del Milagro de Caná de Galilea fue emocionante la renovación de las promesas de compromiso matrimonial que iban haciendo cada matrimonio de los peregrinos en la Santa Misa. El altar mayor está presidido por un cuadro que representa a Jesús con su madre en las bodas de Caná.
Matrimonios que renovaron sus promesas en la iglesia del Milagro de Caná
Un nuevo día, 28 de abril, llegamos a Cafarnaum, centro de la actividad
apostólica de Jesús. Cómo no recordar la presencia de Jesús. La iglesia
del Primado está construida a la misma orilla del lago Tiberiades, un
pequeño anfiteatro que rodea a un altar de piedra, permitió que
celebrásemos la Eucaristía al aire libre.
Interior de la iglesia del Primado
Celebrando la Eucaristía junto al lago de Tiberiades
En las aguas del lago de Tiberiades
Este fue el lugar donde Jesús confirmó a Pedro el Primado de la Iglesia,
como está escrito en el capítulo
21 del Evangelio según san Juan, y también se apareció a sus discípulos
después de resucitado.
Visitamos la ciudad de san Pedro, pudimos conocer los restos de su casa construida sobre la que Jesús frecuentó en aquellos tiempos, en la que se hospedaba y también la sinagoga, encontrada por los padres franciscanos tras unas excavaciones arqueológicas.
En 1990 se inauguró el nuevo santuario sobre la Casa de Pedro, representa una barca sostenida por ocho columnas que lo levantan, con relieves de madera de tilo que recuerdan la presencia de Jesús y María en la casa de Pedro y los milagros realizados por Jesús en Cafarnaum. Nos despertó gran interés a todos los peregrinos.
Junto a la casa se encuentra la sinagoga del siglo IV, utilizó como basamento los restos de la sinagoga del siglo I, la misma que sirvió a Jesús para difundir su doctrina, nos impresionaron los restos por su grandiosidad.
Sinagoga y las ruinas de la Casa de Pedro, en Cafarnaum
Muy cerca se encuentra la iglesia de Tabgha. Recuerda el lugar de la
Multiplicación de los Panes y los Peces, que nos lleva al texto bíblico de (Mc
6,30-44).
En la entrada hay un baptisterio monolítico del siglo V, con piscina bautismal cruciforme y escalones para bajar. La iglesia tiene forma de cruz latina, con tres naves divididas por columnas, transepto y ábside en la nave central. Destaca un mosaico del siglo IV que representa el Milagro de Jesús.
Cerca de Cafarnaum se encuentra el Monte de las Bienaventuranzas. La actual iglesia fue construida por el arquitecto Barluzzi, en 1938. Se ubicó a unos 2 kilómetros, en la cima de la colina, para obtener una panorámica más amplia del lago. Su interior es muy sencillo, sólo destacan los pilares, arcos y tambor superior con 8 ventanas cuadradas, en cuyos cristales semi-opacos pueden leerse las palabras de las Bienaventuranzas.
El jardín se encuentra alrededor de la
iglesia,
inspira a muchos peregrinos a celebrar en él innumerables misas cada
día. Evoca la subida al monte de Jesús, desde donde se dirigió a la
muchedumbre y pronunció las Bienaventuranzas, Sermón de la Montaña (Mt
5,1-12).
Iglesia de las Bienaventuranzas
Un paseo en barca por el lago de Tiberiades nos hizo revivir un momento
inolvidable y de gran intensidad espiritual, contemplamos la serenidad y
la belleza del lago, nuestro sacerdote don José Antonio nos invitaba a la
meditación e intentaba que volviera a nuestra memoria infinidad de
recuerdos relatados en el Nuevo Testamento:
• La pesca milagrosa (Lc 5,1-11)
• Aquí se reunió Jesús con la muchedumbre para escucharlo (Mc 4,1-9); (Mt 13, 1-9); (Lc 8, 4-8)
• Comunicó sus enseñanzas por medio de célebres parábolas
• Este lago fue testigo de muchas curaciones (Mt 15,29-31)
• Jesús caminó sobre sus aguas (Mt 14, 24-34)
• La tempestad calmada (Mt 8, 23-27)
Terminada la travesía, nos dirigimos a almorzar en un restaurante o
también llamado Kebat, el plato típico, el pez de san Pedro.
Subiendo a la barca en el lago de Tiberiades
Travesía por el lago de Tiberiades
Pez de san Pedro, típico de Cafarnaum
Ya por la tarde subimos al Monte Tabor, en el cual tuvo lugar la
Transfiguración del Señor (Lc 9,28-36), en él se encuentra la basílica
de la Transfiguración, fue construida sobre los restos antiguos por
Antonio Berluzzi, el cual procuró representar las tres tiendas, la del
Señor en la nave central y la de Moisés y Elías en sendas capillas, en
la capilla de Elías nos dieron la oportunidad de hacer un momento de
oración.
Entrando en la basílica de la Transfiguración, en el Monte Tabor
Altar de la basílica de la Transfiguración
El altar mayor, en el nivel superior elevado sobre la cripta, en
ábside, un grandioso mosaico representa la Transfiguración, Jesús
hablando con Moisés y Elías, mientras tres discípulos son testigos del
hecho.
Por una escalinata descendimos a la cripta, con una capilla abovedada, al fondo una vidriera con dos pavos reales, símbolos de la inmortalidad.
Es una de las basílicas más bellas de Tierra Santa. En su exterior se puede apreciar un hermoso panorama, al sur se encuentra la llanura del Esdrelón, las montañas de Samaría y Naun, al este la depresión del Jordán, al norte Tiberiades y al noroeste, Nazaret.
Durante todo el día, fue resonando en nosotros el eco de nuestro Maestro, que a pesar de dos mil años de distancia temporal, hemos podido, una vez más entender su mensaje.
Momento de oración junto al río Jordán
Llegamos al río Jordán, donde Jesús fue ungido por el Espíritu Santo,
tras el bautismo por Juan Bautista (Mt 3, 13-17). Cada uno de nosotros renovamos
libremente la fe que profesaron nuestros padres el día de nuestro
bautismo, para nosotros los cristianos es el símbolo de la vida, de la
fecundidad y la bendición.
En el tercer día de nuestra peregrinación nos trasladamos al puente de Hussein para pasar la frontera entre Israel y Jordania, continuando hacia Jerash, la antigua Gerasa romana, donde pudimos admirar en sus ruinas el teatro romano, el templo de Artemisa y Zeus y la iglesia de San Teodoro.
Visitando las ruinas en Gerasa
Las ruinas romanas de Gerasa se encuentran junto a la ciudad moderna. La
ciudad bíblica de Gerasa se conoce hoy como Jerash. La hegemonía de
Gerasa fue en el siglo II. Contaba con una población de 25.000 personas. La mayoría de las ruinas son de los períodos romano y bizantino, la
ciudad fue redescubierta en 1806 por Seetzen, su restauración comenzó en
1925. El templo de Artemisa fue construido en el siglo II d. Cristo. Artemisa
era la diosa de la naturaleza, era hija de Zeus y gemela de Apolo.
Templo de Artemisa en Gerasa
El teatro se construyó en el año 90 d. Cristo y podía albergar a unas
3.000 personas en 33 filas.
Visitando el teatro en Gerasa
En Madaba, es el lugar donde se encuentra el Monte Nebo, escenario de
pasajes bíblicos y desde donde se puede observar Nazaret, Jerusalem,
Belén, Jericó y el Mar Muerto.
Moisés subió a las estepas de Moab al monte Nebo, y el Señor el mostró
todo el país y le dijo: “Esta es la tierra que te prometí con juramento
a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: Yo se lo daré a tus
descendientes, te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no
entrarás en ella”.
Allí murió Moisés, como el Señor lo había dispuesto, nadie hasta el día de hoy, conoce el lugar donde fue enterrado.
Desde las cadenas montañosas que van de Jerusalem a Hebrón, al occidente, se desciende hasta la depresión del Mar Muerto, al oriente, en el desierto de Judea, no carente de contenido, las referencias bíblicas son:
• El desierto convertido en vergel (Is 41, 17-20)
• “Una voz clama en el desierto”, (Is 40, 3-5)
• Tentaciones de Jesús (Lc 4, 1-13)
• Predicación de Juan Bautista (Mc1, 3-8)
• “Allanad el camino” (Jn 1, 23)
Tanto Jordania como Israel comparten la explotación del Mar Muerto, en
el primer libro de la Biblia, Génesis, ya es mencionado el “Mar de Sal”,
se encuentra a 413 metros bajo el nivel del mar mediterráneo, sus aguas tienen fines
comerciales y curativos, el agua es densa y rica en minerales, pudimos
dar fe de ello, la experiencia fue única y gratificante.
El viaje ha sido un continuo cúmulo de experiencias jamás vividas, el baño en el mar Muerto, la visita a la ciudad romana de Gerasa, pasear por la ciudad de Petra, que por su historia y espectacularidad nos dejó impresionados, es una de las Maravillas del Mundo declarada por la Unesco.
Junto al "Tesoro" en la ciudad de Petra
Conocimos la cultura nabatea en el valle de Petra. Un importante enclave
arqueológico en Jordania, una ciudad no sólo construida en piedra, sino
excavada y esculpida en la piedra. “Ciudad rosa”, antigua ciudad de los
nabateos excavada en la roca. Se atraviesa un estrecho desfiladero para
acceder al “Tesoro” que se encuentra en el centro de la ciudad, uno de
los restos más celebres de Petra por tratarse de una construcción
labrada en la misma roca del valle, otro también muy conocido es el
Monasterio.
Delante del Monasterio en la ciudad de Petra
Las Tumbas de los Reyes. Adentrándonos en la ciudad, a la derecha del
camino se levantan las tumbas reales.
La primera de ellas la Tumba Palacio, acogió el enterramiento de cuatro reyes. Subimos 800 escalones, que nos llevaron al edificio más grande de la ciudad, el “Deir” o Monasterio, una tumba del siglo I, parecido al Tesoro pero más sobrio.
Subiendo los 800 escalones para llegar al Monasterio en Petra
Un gran teatro nabateo de estilo romano, con capacidad para
3.000 personas, fue uno de los lugares que sufrió grandes daños en el
terremoto que asoló la ciudad en el año 363.
Recorrimos toda la ciudad lo mismo que lo hizo el pueblo nabateo, haciéndolo prosperar gracias a sus rutas de caravanas que llevaban el incienso, las especias entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo. Albergó un importante mercado hasta el siglo III. Hacía el siglo VI d. Cristo el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por sus habitantes.
Visitando la cuidad de Petra
Una vez visitada Petra nos trasladamos a Aman y en ruta por la
carretera, el cielo estaba cada vez más oscuro, empezaron a verse
remolinos de polvo en el horizonte, apenas había visibilidad,
envolviéndonos por completo en un velo marrón, fue una sensación
peculiar, mezcla de tensión y emoción, habíamos vivido una tormenta de
arena en el desierto.
Tormenta de arena en el desierto de Jordania
El primer día de mayo, salimos para el Puente Allemby, frontera con
Israel y Jordania, la visita fue a Jericó, un vergel en pleno desierto, es
una de las ciudades con menor altitud del mundo, unos 400 metros bajo el
nivel del mar mediterráneo. Jericó, es citada en el Antiguo Testamento como la
primera ciudad conquistada por los hijos de Israel en la Tierra
Prometida.
Celebramos la Eucaristía en la iglesia del Buen Pastor.
Celebración de la Santa Misa
Iglesia del Buen Pastor en Jericó
Referencias bíblicas son:
• Allí Jesús curó al ciego Bartimeo (Mc 10, 46-52)
• Jesús se encontró con Zaqueo (Lc19, 1-10)
La Universidad hebrea de Jerusalem está dirigiendo las excavaciones
arqueológicas de sus ruinas y pudimos observarlas, junto se encuentra la
famosa Fuente de Eliseo.
Esta jornada termina con la visita a Qumram donde se encontraron unos
800 manuscritos, que fueron escritos en la época del II Templo, la época
de Jesús. Fueron encontrados los famosos
manuscritos de los Esenios o del Mar Muerto, en las grutas que cercan a
la “Ciudad”.
El texto bíblico de las Tentaciones de Jesús (Lc 4, 1-13) nos sitúa en el Monte de la Cuarentena, el cual también conocimos, la tradición cuenta una de las pruebas a las que Jesús fue sometido, se encuentra situado en el desierto de Judea. Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches, siendo tentado por el demonio.
Continuando el viaje, llegamos a la bíblica Betania, situado a unos 3 kilómetros de Jerusalem. Es la aldea donde vivieron los amigos de Jesús, Marta, María y Lázaro, en ella se encuentra la iglesia de San Lázaro. La fachada representa a Lázaro en el centro y a sus dos hermanas, a ambos lados. Fundamental conocer la tumba de Lázaro, los franciscanos excavaron un túnel, en forma de escalera, hasta llegar al lugar venerado, una cita bíblica es la de (Jn 11, 1-44), Jesús resucita a su amigo Lázaro.
Entrando en la tumba de Lázaro
Llegamos a la ciudad con mayor contenido religioso del mundo, Jerusalem,
es para los cristianos la “Ciudad Santa” por excelencia desde hace dos
mil años.
Aquí se encuentran los lugares más gloriosos y dolorosos
mencionados en los Evangelios. Pasó una gran cantidad de conquistas,
destrucciones y momentos gloriosos como ninguna ciudad del mundo. Los
Santos Lugares nos los encontramos en su gran mayoría en la ciudad
antigua, la cual está limitada por una muralla de unos 4 kilómetros,
cuya forma actual data del siglo XVI y fue construida por los turcos. En
la ciudad antigua hay cuatro barrios: musulmán, cristiano, armenio y
judío. El Muro Occidental o de las Lamentaciones, es lo que queda de la
muralla de sustentación de la explanada del templo, después de su
destrucción en el año 70 por los romanos, para los judíos es el
principal santuario del mundo.
Vista panorámica de Jerusalem desde el Monte de los Olivos
Recorrimos los lugares más significativos. El primer lugar de esta
ciudad que conocimos fue la Iglesia de la Agonía en Getsemaní y el Monte
de los Olivos, el panorama más amplio y bello de Jerusalem con su
incomparable paraje es aquel que se contempla desde este Monte,
adquirimos el sentido exacto de la ubicación, conocimos los montes sobre
los que se asienta, es posible reconocer la mayor parte de la antigua
muralla y de las muchas de sus puertas, junto a él se encuentra el Valle
del Cedrón, un panorama que nos acompañará toda la vida.
Visita al Huerto de los Olivos, en Getsemani
Las referencias bíblicas son varias, citaré algunas para situarnos:
• Entrada de Jesús en Jerusalem (Mt 21, 1-16)
• Jesús acostumbraba a orar allí (Lc 22, 39)
• Lugar de la Ascensión (Hch 1, 6-12)
• Jesús enseña a orar a sus discípulos (Lc 11, 1-4)
• Jesús lloró sobre la Ciudad Santa (Lc 19, 41-44)
• La oración y la agonía de Jesús en Getsemaní (Mt 26, 36-46)
• Arresto de Jesús en un huerto cercano (Jn 18, 1)
Tradicionalmente el Monte de los Olivos ha sido considerado el lugar de la Ascensión de Jesús.
La basílica está ubicada en la esquina sur del Huerto, en el lugar de oración elegido por Jesús antes de su pasión, también es obra del arquitecto Antonio Barluzzi.
En su interior impresiona el altar, está sostenido por un inmenso cáliz. En mitad del presbiterio, la Roca de la Agonía, cercada por una corona de espinas de bronce, con cálices, golondrinas y palomas de alas abatidas que simbolizan la pasión, es la roca sobre la que Jesús oró y suplicó al Padre.
Fachada de la basílica de la Agonía en Getsemani
Gracias a los padres franciscanos, tuvimos el privilegio de celebrar la
Hora Santa en la basílica de Getsemaní, pasear por el Huerto de los
Olivos y traer en nuestros equipajes una ramita de esos olivos
milenarios entre los que Jesús vivió uno de los momentos más importantes
de su vida. Descendimos poco a poco en dirección al Valle del Cedrón, para visitar
por la noche el Muro de las Lamentaciones.
Exposición del Santísimo durante la Hora Santa celebrada en la basílica de la Agonía
Detalle de la Roca de la Agonía en el altar de la iglesia
Muy próximo se encuentra el Pater Noster, Jesús solía ir con frecuencia
y fue donde enseñó a sus discípulos a orar con la oración del Padre
Nuestro (Lc 11, 1-4). En el recinto del Pater Noster, se
hallan las placas con la oración del Padre Nuestro en más de 100
lenguas.
Claustro de la iglesia del Pater Noster y mosaico con el Padre Nuestro en español
La primera iglesia la construyó santa Elena, madre de Constantino y la segunda, de los Cruzados de finales del siglo XIX construida por la princesa Aurelia de Bossi, a quien se debe también el convento de carmelitas descalzas francesas que permanecen allí.
“Dominus Flevit” (El Señor lloró), recuerda el llanto de Jesús por la ingratitud de Jerusalem, el autor de esta iglesia fue Antonio Barluzzi en 1955 sobre las ruinas de otra bizantina, su cúpula es piriforme recuerda una lágrima.
Un mosaico debajo del altar nos muestra una gallina acogiendo a sus polluelos, en alusión al pasaje bíblico.
La iglesia de la Asunción, donde se venera la Tumba de la Virgen es la más antigua de Jerusalem, todos los años en este santuario se celebra la fiesta de la Asunción en el mes de agosto.
Nos trasladamos al Monte Sión para visitar la iglesia de San Pedro in Gallicantu, actualmente es un santuario de los padres agustinos asuncionistas, aquí estaría el palacio del Sumo Sacerdote Caifás, dónde Jesús pasó la última noche de su vida mortal. Debajo de la iglesia hay una cripta cubierta, se desciende por una escalera empinada a una profunda fosa, excavada en la roca viva, Jesús fue arrojado.
Visitamos El Cenáculo, la Basílica de la Dormición de la Virgen y el Cardo Máximo, que se encuentran en el Monte Sión.
En el Cenáculo hicimos un momento de oración y nuestros sacerdotes renovaron sus promesas. Hay documentos históricos que nos permiten creer, con suficientes probabilidades de veracidad, que allí tuvo lugar la Última Cena.
Son referencias bíblicas:
• Preparación de la Cena de Pascua (Mt 26, 17-19)
• Anuncio de la traición de Judas (Mc 14, 17-21)
• Institución de la Eucaristía (Mt 26, 26-30)
• Lavatorio de los pies (Jn 13, 1-20)
• Mandamiento Nuevo (Jn 13, 34-35)
• Pentecostés (Hch 2, 1-41)
La basílica de la Dormición de la Virgen es un lugar conmemorativo. La
iglesia sólo intenta recordar el tránsito de la Virgen.
Es una de las iglesias de Tierra Santa más hermosas, de estilo neorrománico, con toques bizantinos de planta circular con cúpula cónica, tiene seis capillas laterales y una cripta, tiene en su centro la imagen de la Virgen yacente, suavemente iluminada en medio de la penumbra invita al recogimiento.
El Cardo máximo se extendía desde la puerta de Sión hasta la puerta de Damasco. Nos comenta nuestro guía que se realizaron numerosas excavaciones arqueológicas en el barrio judío y fue descubierto el Cardo, fue la calle principal de la ciudad en las eras romana y bizantina. Fue reedificado en el siglo V por los bizantinos.
En la mañana del día 3 nos acercamos a conocer Ein Karem, donde se
encuentran las iglesias de San Juan Bautista, nacimiento de san Juan y
de la Visitación de María a su prima santa Isabel.
Fachada de la iglesia de la Visitación en Ein Karem
La iglesia de la Visitación o del Magníficat, se encuentra a unos 7
kilómetros de Jerusalem en las montañas de Judea. Hay que subir una
cuesta bastante empinada para llegar. Está construida sobre los restos
de la iglesia de los Cruzados que construyeron en el siglo XII.
Conmemora el encuentro de estas dos mujeres santas, la Santísima Virgen
y su prima santa Isabel. María, que esperaba a su hijo, recorrió 150
kilómetros para ayudar a su prima embarazada y se quedó con ella unos
tres meses, hasta que nació Juan.
La oración que pronunciamos durante nuestra estancia fue el Cántico del Magníficat (Lc 1, 47-55) oración que surge en el momento de la Visitación, se encuentra en las paredes en el atrio de la iglesia en más de cuarenta idiomas y el texto bíblico del Nacimiento de Juan (Lc 1, 57-66).
Este mismo día por la tarde celebramos la Santa Misa en el Campo de los Pastores a unos 3 kilómetros de la iglesia de la Natividad de Belén, aquí pasaban los pastores cuidando sus rebaños, cuando el Ángel del Señor les comunicó la Gran Noticia (Lc 2, 8-20).
Cuando Jesús nace, el Ángel del Señor anuncia a los pastores el feliz acontecimiento y éstos se dirigen al lugar de la Natividad.
Los padres franciscanos poseen una linda capilla que se asemeja a una
tienda en cuya cúpula, con pequeñas ventanas de vidrio que recuerdan la
bóveda celestial y a las estrellas. En su interior se encuentran murales
que representan las Natividad y la Visita de los Pastores.
Momento de la Comunión en la Cueva de los Pastores
Iglesia de los Pastores en Belén
“Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad
de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de
David para ser empadronado con María, su mujer, la cual estaba encinta.
Y aconteció que estando allí, se cumplieron los días de su
alumbramiento. (Lc 2, 4-6).
Belén se encuentra a unos 8 kilómetros al sur de Jerusalem. Se la menciona muchas veces en la Biblia, tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento.
El Nacimiento de Jesús es la culminación de cuanto se diga
de Belén. La basílica de la Natividad, se señala con frecuencia, que “al
misterio de Belén hay que acercarse con humildad”, la entrada a la misma
es a través de una pequeña puerta que sólo es posible pasar de uno en
uno e inclinándose bastante.
Fachada de la iglesia de la Natividad en Belén y el momento de su entrada
Tiene planta de cruz latina con cinco naves, separadas por cuatro filas
de bellas columnas de porfirio rojo, cada una de ellas decorada con una
figura bíblica y rematada en su cabecera por tres ábsides
semicirculares. Nos fue posible admirar el mosaico bizantino del antiguo
suelo, que permanece bajo el actual pavimento.
Mosaico antiguo e interior de la basílica de la Natividad en Belén
El altar pertenece al rito greco-ortodoxo, este conjunto impresiona por
su riqueza y trabajo artesanal.
Descendimos por unas escaleras ubicadas a ambos lados del presbiterio para acceder a la Gruta o Capilla de la Natividad.
En el pequeño ábside hay un altar y debajo de él está la estrella de plata, con sus catorce puntas (donada por España) indicando el lugar en que nació Jesús, puede leerse una inscripción que dice: “Aquí nació Jesús de la Virgen María”.
Estrella de Belén, aquí nació Jesús
Recordamos el Nacimiento de Jesús en (Lc 2, 1-7), uno a uno fuimos
besando a esa estrella de plata que había sido el motivo de nuestra
peregrinación y tuvimos un momento de oración.
Esta gruta está conectada a otras, pero accedimos a través de la iglesia de Santa Catalina, actualmente es atendida por los padres franciscanos. Bajo el lugar se encuentra la imagen del Niño Jesús de Belén, todos los años se celebra la emotiva Misa de Navidad que es transmitida en directo para millones de cristianos en todo el mundo, la iglesia está precedida de un hermoso claustro medieval en cuyo centro se alza la imagen de san Jerónimo, la cual fue otra de nuestras rutas.
El último día de nuestro recorrido en la Ciudad Santa, implicó sumergirnos en los últimos momentos de la vida de Jesús.
El día se desarrolló de la siguiente manera: visitamos la iglesia cruzada de Santa Ana, es de estilo románico-cruzada. Resulta elegante y sobria, una cripta se encuentra en el interior de ella, conmemora el Santo lugar, donde sitúa el nacimiento de María, y la casa de sus padres, en la cual celebramos la Eucaristía, a continuación visitamos la piscina “probática”, tiene una superficie de 120 por 60 metros y una profundidad de 20 metros, está rodeada de cuatro bellos pórticos de columnas, una referencia bíblica es la curación de paralítico (Jn 5, 1-11).
Imagen de Santa Ana con María
Celebrando la Santa Misa y saliendo de la iglesia
Iglesia de Santa Ana
La experiencia religiosa jamás vivida la sentimos a primera hora de la
mañana, cuando llegamos a la iglesia del Calvario y del Santo Sepulcro.
Tuvimos la oportunidad de celebrar la Santa Misa en la capilla del
Calvario, donde Jesús fue crucificado, (Jn 19, 16-22), Jesús muere (Jn
19,28-30) y junto a la Cruz estaba su madre, (Jn 19,25-27) son las
referencias bíblicas.
Fachada de la basílica del Santo Sepulcro
Momento de la lectura de la Palabra en la Santa Misa
Capilla del Calvario
Celebrando la Santa Misa en la capilla del Calvario
Por una escalera estrecha y empinada, a la derecha de la entrada nos
conducía al Calvario, dos capillas: una católica romana y la otra
ortodoxa griega, la de la Crucifixión y la Dolorosa. Esta última es
donde celebramos la Santa Misa.
En la capilla de la Crucifixión, sobre la cima de la roca del Calvario que sostuvo la Cruz, indicada por un disco de plata bajo el altar que corresponde a la estación XII, Jesús muere en la Cruz, se nos permitió introducir el brazo y tocar la roca del Calvario.
Su inscripción nos indica el hueco en el que se hincó la Cruz.
Lugar donde se sostuvo la Cruz del Señor
Capilla de la Crucifixión
Bajamos la escalinata para pasar al Santo Sepulcro, que nos llevó con
intensa emoción a postrarnos en oración y agradeciendo a Dios ese
momento tan especial.
Entrada al Santo Sepulcro
La Tumba, lugar donde se produjo su Resurrección. Es una rotonda de 21
metros de diámetro, y está rodeada por pilastras y columnas que
sostienen una galería de 18 arcos y remata en una gran cúpula de 31
metros de alto.
Está formada por dos recintos: el primero es la Capilla del Ángel quien anuncia gozosamente que el sepulcro está vacío, Cristo ha resucitado. El segundo es la cámara mortuoria, una losa de mármol blanco encierra la roca original del sepulcro, lo único que ha llegado hasta nosotros.
Sobre la tumba cuelgan 43 lámparas de plata, pertenecientes a distintas comunidades religiosas.
Lugar de la 14ª estación, última estación, la basílica en la actualidad es de estilo románico, reconstruyeron los Cruzados en el siglo XII, es la que ha llegado hasta nosotros la precede un atrio.
Su entrada es de dos cuerpos superpuestos, separados por una cornisa labrada, dos ventanas en la parte superior iluminan el recinto, en su parte interior se encuentra: la Piedra de la Unción, el Calvario, la Capilla de Adán, el Santo Sepulcro, el Coro de los Griegos, la Capilla de los Coptos, la Tumba de José de Arimatea, la Capilla del Sacramento y la Cripta de santa Elena.
Elena fue la madre de Constantino y ella personalmente controlaba los trabajos de excavación para llegar a encontrar el Sepulcro y la Cruz de Nuestro Señor. Los Evangelios nos arrojan mucha luz sobre el camino que Jesús siguió, bajo el peso de la Cruz, desde el Pretorio hasta el Calvario.
Mosaico representativo del via crucis
Rezando el via crucis por las calles de Jerusalem
A partir del siglo XIII es cuando se traza el primitivo “via crucis”,
debido a la presunta localización de la Torre Antonia, residencia de
Herodes y sede del Pretorio a donde Jesús fue llevado por Pilatos. De
ella solo quedan restos del suelo “empedrado” o “enlosado”, suficiente
para sentir sobre ese suelo la presencia viva del Señor, aunque fuera
condenado a muerte. Aquí comenzó su via crucis.
Suelo empedrado donde Jesús fue condenado a muerte
Como multitud de peregrinos recorrimos algunas estaciones ya que por
motivos ajenos a nosotros no pudimos terminarlas, pero si vivirlas con
dolor y sufrimiento, pero con mucha fe y esperanza en Jesús resucitado.
Más tarde fue el momento de visitar la zona más moderna de la ciudad,
el Santuario del Libro, admirar los rollos originales que se encontraron
en el mar Muerto y se conservan en el edificio conocido como Museo del
Libro.
Museo del Libro en Jerusalem
La Maqueta de Jerusalem en tiempos de Jesús, que se encuentra ubicada en
el recinto del Museo de Israel. Esta maqueta representa la antigua
ciudad con una gran precisión.
Maqueta de Jerusalem en tiempos de Jesús
Han sido muchos los recuerdos y las emociones de los días pasados en la tierra de Jesús.
Las vivencias sentidas en cada lugar sagrado, no nos han dejado indiferentes, una luz de vida y esperanza nos ha permitido renovar profundamente la fe de cada uno.
Hemos experimentado un antes y
un después al recorrer la tierra que acogió al Hijo de Dios. No
dejaremos de contar lo que hemos visto y vivido, y os animamos a
visitarla.
Eucaristía en la capilla del aeropuerto de Madrid-Barajas a nuestra llegada
Nuestro agradecimiento a don José Antonio Calvo por su entrega hacia
nosotros en la dirección espiritual, con la inestimable ayuda del
sacerdote don Aitor Bilbao, que nos acompañó en la peregrinación y
también a nuestros guías que con su amabilidad nos enseñaron esta Tierra
Santa.
Inolvidable y entrañable peregrinación.
y
gracias María por guiarnos por ellos!
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